Cada vez hay más perros abandonados y sueltos en la ciudadEl perro está recostado en una vereda de Caballito tomando el último sol de la tarde. Parece ajeno a todo lo que pasa a su alrededor. Es marrón claro y tiene una cicatriz en la cadera, quizá recuerdo de una pelea. En un momento se levantará y cruzará Rivadavia esquivando autos. No es "callejero por derecho propio" como aquel de la canción de Alberto Cortez: es uno más de los entre 15 y 20 mil perros abandonados que vagabundean por las calles porteñas. Las agrupaciones protectoras aseguran que la cantidad de animales sueltos es "alarmante". Y que crece día a día.
"Todos los veranos pasa lo mismo: se acrecienta el abandono. Debido a la pirotecnia de fin de año, que los aturde y hace que se escapen asustados. Y porque son dejados en la calle por sus dueños cuando se van de vacaciones", señala Mario Mele, presidente del Movimiento Argentino de Protección al Animal (MAPA).
Estos no son los únicos motivos de abandono: el corralito financiero también parece estar afectando a los animales. Es que con la plata encerrada en los bancos y los bolsillos cada vez más vacíos, muchos dueños parecen estar decidiendo deshacerse de sus mascotas.
Mantenerlas, reconocen, ya no es tan fácil. Así lo constató Martha Gutiérrez, de la Asociación para la Defensa de los Derechos del Animal (ADDA). "Estamos recibiendo llamadas de gente que decidió abandonar su mascota porque no puede costear su manuten ción".
En la Sociedad Protectora Sarmiento pasa lo mismo: "La situación económica agrava todo. Muchas familias comienzan a dejar a su perro porque lo consideran un gasto extra. Sin embargo, hay que ver a la par que con pocos centavos por día se lo puede alimentar", aclara Carlos Rodríguez.
Esta organización cuida 50 pichichos en su sede de Capital. "Ya no damos abasto. Hay cada vez más perros sin dueño. Y quien encuentra un animalito lo quiere dar. No se plantea la idea de quedarse con él o encontrarle un hogar", se queja Rodríguez. Y remarca: "Las entidades protectoras no tienen más lugar".
En Europa del Este el problema de los animales abandonados está considerado como una cuestión 'seria'. Muchas asociaciones defensoras de los animales denuncian de manera continua maltratos y en países como Rusia, Serbia o Rumanía están adoptando diferentes medidas (que pasan incluso por la vivisección hasta la eutanasia), pero con escasos resultados.
Andrej Sabol, alcalde de la pequeña ciudad de Druzstevnej pri Hornade, situada en el extremo este de Eslovaquia, cree haber encontrado la manera de "acabar con los animales abandonados".
Según confirman varios medios, el 'primer ciudadano' declaró a la prensa local haber autorizado a los ciudadanos de la comunidad romaní de la zona a cazar y a comer a los animales sin hogar.
Ante las numerosas quejas de las organizaciones defensoras, el politico contestó haber 'matado dos pájaros de un tiro', porque "la gente que me vota me pide que les proteja de dichos animales, así que he autorizado a esa otra gente [la comunidad romaní] a cazarlos y comérselos, cosa que iban a hacer de todas maneras".
Asimismo, añadió: "El coste social de los perros y gatos abandonados está creciendo sobremanera y hemos logrado poner a todos de acuerdo con esta nueva medida".
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